Resiliencia: Capacidad que algunas personas tienen de enfrentar experiencias adversas, sobreponerse, y aun ser fortalecidas o transformadas para bien...
jueves, 30 de julio de 2015
miércoles, 22 de julio de 2015
Lo que salva
Hay muchas cosas que pueden salvarnos: un mate, una canción alegre, escribir. Escribir hasta sacar. Sin pensar demasiado en elaboradas
estructuras literarias o en grandes imágenes poéticas.
Releerse también salva. Salva leer a esa que fui en algún tiempo y
reconocerme lo sanado en viejos dolores. Salva pensar en el continuo devenir de
la vida como algo natural y necesario. Salva pensar que estas vueltas de
calesita pueden doler o marearnos pero también generarnos una sonrisa.
Alex Hall "Static" |
martes, 14 de julio de 2015
Esa otra forma de amar
Siempre he creído en la existencia de múltiples formas de amar. La de
ella era una de esas extrañas, una de esas rarezas que al encontrarlas se hacía imposible no detenerse a mirar.
Quizás esta forma de amar (la de ella), se encontraba suspendida en una
galaxia distante. Estaba ahí, adornada de suspiros, llena de aires de vacíos. Ahí, en un lugar visible, con un lenguaje comprensible sólo para ella.
Aparecían unos ojos, un olor, o incluso unas manos con dedos largos y
limpios e inmediatamente sucedía: unas hormiguitas de galaxia lejana comenzaban
a recorrerle primero la espalda. Caminaban a lo largo de su columna. Después
hacían campamento en su cuello (ella podía sentirlas ahí). Por momentos las
hormigas decidían reunirse en asamblea al costado de su oreja derecha. Justo
ahí sucedía lo más terrible: la lucha comenzaba, ella se veía en la incómoda
situación de disimular cuando las hormigas decidían manifestarse a lo largo de
sus labios. El resultado era hasta ridículo: aparecían unas pequeñas muecas
chistosas en las comisuras de sus labios.
En otros momentos, cuando los ojos, o el olor, o las manos con dedos
largos y limpios estaban cerca de ella, las hormigas decidían manipular su piel
buscando acercarla más. La pelea se manifestaba en tintineos de dedos sobre una
mesa, o en mordiscones de dedos sobre la boca.
Entre silencios, suspiros, miradas, olores, murmullos, y tantos más, iba
configurándose una especie de vereda paralela o un sendero alternativo. Allí
pasaban los días, entre juegos de marionetas y decisiones las hormiguitas de
galaxia lejana, ella, y esa otra forma de amar.
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